El cerebro puede curarse.
La atención a las adicciones puede ser tan eficaz como los tratamientos de otras enfermedades y funciona de la misma manera: con medicación, asesoramiento y apoyo continuo.
Cómo funciona el tratamiento
El tratamiento de la adicción no se hace de un día para otro, ni en una semana, ni siquiera en unos meses. El tratamiento de la adicción puede ser tan eficaz como los tratamientos de otras enfermedades y funciona de la misma manera: con medicación, asesoramiento, recursos centrados en la persona y apoyo continuo. Los avances científicos en el tratamiento de las adicciones están mejorando las tasas de recuperación a pasos agigantados.
La terapia conductual es una herramienta que puede ayudar a las personas que se están recuperando de una adicción a través del asesoramiento individual y/o en grupo. La terapia adaptada al individuo y a sus objetivos de recuperación es la más impactante. Al igual que no hay dos adicciones exactamente iguales, lo mismo debería ocurrir con los planes de tratamiento. La terapia puede ayudar a las personas a aprender nuevas estrategias de afrontamiento, gestionar las crisis, mantener el compromiso con otros apoyos del tratamiento como la medicación, establecer o restablecer conexiones significativas y sistemas de apoyo comunitario, y abordar otras necesidades psicosociales.
Las opciones de tratamiento farmacológico combinan medicación específica, aprobada por la FDA, con terapia conductual y un seguimiento continuado. En el marco de un plan de tratamiento integral y centrado en la persona, pueden recetarse medicamentos para aliviar los síntomas de abstinencia y/o bloquear los efectos euforizantes de la sustancia. Una vez minimizada la necesidad psicológica y física de sustancias, el cerebro puede empezar a curarse de los cambios químicos causados por la adicción.
La atención y los recursos de seguimiento coherentes refuerzan el proceso de recuperación y garantizan que las personas cuenten con el apoyo continuo que necesitan para alcanzar y mantener sus objetivos de recuperación.
Dr. Jeremy Dubin
Hay que entender que existe un componente bioquímico en la adicción a los opiáceos si se quiere conseguir una recuperación a largo plazo. Basta con leer los titulares de actualidad para saber que lo hemos aprendido por las malas. La medicación para los trastornos por consumo de sustancias nos da la oportunidad de nivelar el campo de juego bioquímico. Esto, por fin, ofrece a los pacientes la oportunidad real de trabajar en los difíciles aspectos psicológicos, sociales, emocionales, psiquiátricos y traumáticos que suelen ser necesarios para crear una red de seguridad a largo plazo que mantenga a raya a los opiáceos. Tanto si se utiliza naltrexona inyectable (Vivitrol) como medicamentos para el trastorno por consumo de opiáceos (TCO) mediante buprenorfina o metadona, la atención a esta bioquímica es esencial para el éxito del tratamiento.